Se conoce como síndrome premenstrual (SPM) a la combinación de síntomas físico y emocionales que aquejan a muchas mujeres después de la ovulación y antes del inicio de su período menstrual.1
El SPM suele desaparecer después de que comience el período, sin embargo su intensidad y duración puede ser incapacitante para cierto número de la población femenina, requiriendo incluso cuidados hospitalarios.
Existe un rango de síntomas y pueden no suceder todos o variar en cada presencia de SPM. Corresponden a dos tipos y son los siguientes:
Físicos
Emocionales
Muchos de estos síntomas pueden ser incapacitantes para las mujeres que los presentan, llegando a afectar su vida diaria. Además, pueden empeorar después de los 30 o 40 años, en la etapa conocida como perimenopausia.2 A partir de la menopausia el SPM ya no se presenta.
Algunos investigadores asocian el origen del SPM con la abrupta caída en los niveles de estrógeno y progesterona cuando no se está embarazada.2 Aún así, esto se sigue considerando como una variable que influye en su manifestación, ya que no se conocen sus causas con certeza.1
Entre el 20 y el 50% de las mujeres en edad fértil tienen síndrome premenstrual. Alrededor de un 5% presentan otra forma de síndrome premenstrual que se denomina trastorno disfórico premenstrual.2 Se trata de un agravamiento significativo en los síntomas antes enlistados y cuyas manifestaciones emocionales se relacionan a la depresión. Las mujeres que padecen esta clase de trastorno pueden requerir cuidados psiquiátricos. El síndrome premenstrual puede ser difícil de tratar ya que ningún tratamiento único es efectivo para todas las mujeres, y pocas mujeres consiguen un alivio completo con un único tipo de tratamiento.2 El abordaje, entonces, suele ser múltiple. Intentar tener hábitos saludables y tratar los síntomas de dolor con medicamentos adecuados pueden ser opciones viables. El tratamiento con píldoras anticonceptivas a veces alivia los síntomas, pero otras veces los empeora, en especial durante los 6 primeros meses posteriores al inicio de la toma.2 Hablar del SPM y reconocer sus alcances incapacitantes es una forma de darle espacio a las mujeres que necesitan apoyo ante la dificultad física o emocional para lidiar con los síntomas.
Consulte a su médico.
Fuentes: