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Publicado el May 11, 2024

Dolor: ¿Qué es? ¿Cómo funciona?

Dolor: ¿Qué es? ¿Cómo funciona?

La causa número uno de consultas médicas es la presencia de dolor2 y, aunque para todos es una experiencia común, podemos decir que existen distintas formas de experimentarla. Además de que todos los cuerpos tienen diferentes maneras de sentirlo, el dolor mismo produce una gama extensa de intensidades, tipos y duración.

Por ejemplo, sólo una persona que ha sentido un dolor agudo de migraña puede imaginar lo que siente alguien que comienza a experimentarlo. Incluso una persona podría tener la misma sensación de dolor y vivirla diferente por un cambio de estado de ánimo, nivel de energía o circunstancias.

La Asociación Internacional para el Estudio del Dolor lo define como una experiencia sensitiva y emocional desagradable, asociada a una lesión real o potencial.2 La manera en la que llegamos a sentir esta experiencia desagradable es gracias a nuestro sistema nervioso.

A lo largo y ancho de todo nuestro cuerpo están localizados receptores sensoriales de dolor. Al ser estimulados, estos receptores mandan señales eléctricas a través de los nervios de la médula espinal que llegan hasta el cerebro. Cuando llega a nuestra médula espinal, la señal eléctrica del dolor se manda de regreso hasta el punto inicial, pero a través de los nervios motores.1 Es así que, sin la intervención de nuestro cerebro, los músculos de la zona afectada se contraen.

Esta clase de mecanismo es el que se activa cuando, por ejemplo, tocamos un objeto caliente. Con esta señal es que nuestro cuerpo previene daños mayores. Sin embargo, las sensaciones de dolor ofrecen un amplio espectro, y hablando acerca de las terminaciones nerviosas, podemos decir que la cantidad de éstas y de los receptores que la registran cambian de acuerdo a la localización en el cuerpo.

Los receptores de dolor en un órgano como la piel son numerosos y muy capaces de transmitir información precisa de acuerdo a lo que se registre en cuanto a localización y tipo de dolor. Esto no se replica en órganos internos, como es el caso del intestino, donde los receptores son limitados e imprecisos.1

La sensibilidad del intestino no respondería ante estímulos como cortes o quemaduras, pero sí reaccionaría ante una señal de estiramiento o presión.1 Por tal razón, una burbuja de gas atrapada puede causar una sensación intensa de dolor. E incluso en esta clase de casos, la señal registrada por el cerebro no tendrá información tan precisa como en el caso de la piel. La localización, por ejemplo, será imprecisa y dará la impresión de sentirse en un área más extensa.

Cuando las señales nerviosas de diferentes zonas del cuerpo recorren la misma vía nerviosa de la médula al cerebro, se da un fenómeno conocido como dolor referido.1 La señal es mandada de una zona, pero por referencia se siente en otra. Es por eso que el dolor de un infarto al miocardio se siente en el cuello, mandíbula, brazos o abdomen.

A pesar de que la sensación de dolor pueda ser difícil de describir, debemos confiar en la información que nuestro cuerpo nos proporciona y compartirla con nuestro profesional de la salud para obtener el diagnóstico más preciso y, por lo tanto, el tratamiento más eficaz.

Consulte a su médico.

Fuentes:


  1. Watson, JC. Introducción al dolor. Manual MSD [Internet], (s.f.). Disponible en:
    https://www.msdmanuals.com/es-mx/hogar/enfermedades-cerebrales,-medulares-y-nerviosas/dolor/introducci%C3%B3n-al-dolor

  2. Puebla Díaz, F. Tipos de dolor y escala terapéutica de la O.M.S. Dolor iatrogénico. (Barcelona) [Internet], (2005). Disponible en:
    https://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0378-48352005000300006

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