El sistema circulatorio es el encargado de bombear, transportar y distribuir la sangre a través de todo el cuerpo y está compuesto por el corazón y una serie de vasos sanguíneos: arterias, venas y capilares.
Los problemas circulatorios, también conocidos como enfermedades vasculares, afectan la capacidad de llevar sangre a todo el cuerpo. Algunas presentan síntomas como dolor de pecho, palpitaciones y falta de aliento, pero otras pueden ser muy silenciosas.
Estas son algunos de los padecimientos más comunes:
Aneurisma, el abultamiento en la pared de una arteria
Aterosclerosis, la acumulación de placa dentro de las arterias
Coágulos sanguíneos, que producen trombosis venosa profunda y embolia pulmonar
Accidente cerebrovascular, que sucede al detenerse el flujo sanguíneo al cerebro
Várices, venas inflamadas y retorcidas visibles bajo la piel
Vasculitis, la inflamación de los vasos sanguíneos
Várices, un problema circulatorio frecuente
Las várices o venas varicosas son venas que se hincharon y se notan por debajo de la piel. Esto ocurre debido a que las venas se dañaron o debilitaron y la sangre dejó de fluir con normalidad hacia el corazón, acumulándose en la zona.
Usualmente aparecen en las piernas, pero pueden formarse en otras partes del cuerpo, como por ejemplo las hemorroides, que son venas inflamadas en la parte interior o exterior del recto. Sus causas pueden ser desconocidas o variadas: hacer esfuerzo al evacuar, sufrir diarrea crónica o estreñimiento, tener obesidad o el embarazo, entre otras.
Las várices son un padecimiento muy común y sus factores de riesgo son la edad avanzada, obesidad, sedentarismo, si se es mujer y si se tienen antecedentes familiares de este problema.
Si se tiene algún síntoma circulatorio es recomendable acudir cuanto antes al médico, así como visitarlo de manera periódica, en caso de que se tenga algún padecimiento y no se estén presentando síntomas.
Consulte a su médico.
Fuentes: